La cuenca del río Moldava, una empresa de propiedad estatal, continúa las mejores tradiciones y experiencia de la gestión del agua checa. El objetivo es mejorar las posibilidades de uso versátil de las aguas superficiales y subterráneas en toda la cuenca hidrológica del Moldava para que siga siendo un lugar importante para un medio ambiente sano y una vida humana plena.